No todo está bien

           Viendo estas últimas semanas con la convulsa situación de los calendarios, de las acusaciones de dopaje, de la amenaza de cierre patronal,de tantas y tantas declaraciones y decisiones polémicas, me doy cuenta de que lo que hace que se hable tanto del fútbol no son las ansias de ver partidos, sino que es por la cantidad de noticias que genera todo lo que lo rodea.
           Valga de ejemplo decir que esta semana se ha hablado de lo dicho anteriormente, y en lo que compete a la selección se ha hablado de todo lo que la rodea, pero nada del partido, ni de si Xabi Alonso sobra en el dibujo (estoy viendo el partido ahora en casa y lo veo clarísimo, igual que en el mundial lo veía), ni de FUTBOL.
            Me encanta, lo disfruto, me tocó disfrutarlo como jugador, me toca disfrutarlo como aficionado y mas todavía como entrenador, pero todas esas cosas del show business que lo rodean me sacan literalemte de quicio. Sé que es lo que dá el dinero y hace que hasta se debata en el Parlamento como en tiempos del "interés general" y Paquito Cascos, pero no hace más que sacar a la luz las miserias de gente que podían ser mucho más respetados y respetables si no estuvieran obligados a participar en el tinglado.

Las supersticiones

           Aunque siempre he presumido de ser muy de izquierdas y se me llena la boca diciendo que lo mejor que trajo la Revolución francesa fué el abandono de las supersticiones anteriores, os tengo que confesar un secreto...soy un poquitín supersticioso. Solo un poquitín, vaya. (como me cuesta escribir este solo sin tilde, grrrr)

Animar al compañero

En mi experiencia entrenando hay varias cosas que tengo por verdad universal, y lo digo de forma empírica. El otro día tocó hablar de los padres. Hay bastantes cosas más que son importantes, pero una de las que me parece fundamental y que tiene su aplicación en la vida diaria y para todos los ámbitos, es que "al compañero no se le riñe, se le anima".

Comprar un coche o poner un volante al burro

A veces no me decido fácil entre comer un pincho de pollo o uno de tortilla, entre chaqueta o jersey, salir a dar una vuelta o una tarde de sofá... dudas que a todos nos carcomen en la mayoría de los casos, y que en su mayoría son lógicas (¡¡¡¡con lo buenos que están los pinchos de tortilla!!!). Tomo decisiones continuamente y no me doy cuenta de las consecuencias que pueden tener, pues son cosas relativamente intrascendentes (que se lo digan al que pille salmonelosis por el pincho de toritlla:D).

Charanga y pandereta

País, qué país. Gran país, el mejor del mundo sin duda. Se persigue la corrupción, tenemos instituciones serias, empresarios conscientes y obreros que saben a qué clase pertenecen...uffffffff, las 7 de la mañana y estaba soñando. Ahora a tener que levantarme pa ir a currar.
Desde hace unos años, me vengo dando cuenta de algunas cosas que cada vez parecen más evidentes. Hubo un tiempo en el que se respiró clima de seriedad y responsabilidad en este país, respetado por tod@s. Había transparencia y la gente sabía reclamar sus derechos y sabía cúal era el lugar de la trinchera que le correspondía en la "guerra" social, pero se negociaba de verdad cuando tocaba la bandera blanca. Esos 80 qué buenos fueron!!!

Las carreras populares

Corro desde hace años. En verdad corro por necio, porque cuando jugaba al fútbol y me lo mandaban no me gustaba. Me hacía el remolón, protestaba y hasta fingía malestar para no tener que hacerlo. Pero con el paso de los años y el final de mi (suenan carcajadas) carrera como futbolista me empezó a gustar.

La sencillez y la discreción

Hay que reconocer que hay gente coqueta y discreta. Gente que encanta desde el primer momento por su sencillez, su saber estar y esa sensación de que parece que no está, pero es imprescindible...
Si lo aplicamos al fútbol, eso sería lo que significa el Villarreal últimamente. No se habla del equipo ni la mitad de lo que se merece, y esa mitad de lo que se merece es el doble de lo que se merecen casi todos los demás equipos.

La crisis y el fútbol

Desde luego, me cuesta creer que la gente esté tan ahogada en tantos hogares españoles, que su futuro laboral sea cuando menos complicado por la pérdida de derechos, que se le esté bombardeando diariamente con escándalos, con peticiones del FMI que dan la risa (perdón, ponen de mala leche), del BCE, de ZP, del PP, etc... ¡esto está que explota!; y no sean capaces de manifestarse, ni de salir a la calle, ni de interpretar que todos juntos se puede.
Sin embargo, en el mundo del fútbol sucede todo lo contrario. Se manifiesta la gente para que el dinero público vaya destinado a sanear clubes (perdón, quería decir S.A.), para que no desciendan unos, para que no se vayan otros. Se intenta conseguir entradas para los partidos del siglo que tenemos cada año, aún a costa de cualquier sacrificio...el fútbol mueve montañas. En este caso el dicho famoso de Mahoma sería aplicable porque el fútbol sería capaz de traer la montaña.

Los padres y el fútbol base

Soy entrenador de un equipo de fútbol base desde hace un tiempo. Llevo 5 años entrenando y ya me ha dado tiempo a ver bastantes cosas, a sentir que enseñas, que te enfadas y sobre todo, a ver como en muchos casos los niños se sienten sobrepresionados por lo que sus padres-madres piensan.

Los calendarios...

Desde hace años los partidos de competiciones europeas, de las selecciones nacionales y de la Copa del Rey, alteran el devenir de la competición doméstica por excelencia, la Liga. Si a eso añadimos que los clubes tienen más compromisos televisivos, con fines publicitarios y recaudatorios, los calendarios se aprietan más de la cuenta en alguna época del año.