lunes, 22 de agosto de 2011

Caballo desbocado

           El caballo es un animal muy bello. Es noble (aunque si le preguntas a mi abuelo puede tener otra opinión sobre esto), elegante, útil,... desde los purasangres árabes, hasta los asturcones tiene todas las razas de caballo su aquel. Todos tienen sus matices, que los hacen más atractivos si cabe, pero también tienen una cosa en común todos ellos. Si se desbocan no hay Diós quien los domine.
        

           No sabía eso Florentino Pérez cuando fichó al caballo ganador Mourinho. Creía que era el que iba a conseguir todos esos éxitos que, como jokey mediocre que es, se le habían negado hasta el momento. Era la garantía de conseguir el Grand National, de ser el más admirado de todos los hipódromos...en definitiva, la gloria absoluta para ese ser superior que él es.
           Decidió hacer todo lo que estaba en su mano para que se sintiera a gusto el campeón. Le dotó de los mejores materiales para el entrenamiento, y eso teniendo en cuenta que se mostraba más protestón de lo que parecía al principio. Le apartó al noble buey Valdano a otra cuadra porque se sentía molesto con él, y al final lo acabó sacrificando sin reparos, aún habiendo pasado toda su vida trabajando fielmente para Flo. Pasando por alto sus encabritadas cuando tocaba salir a las ruedas de prensa y dándole más autoridad que a los trabajadores del establo y premiando sus desmanes con terroncitos de azúcar... "caballo bueno, son los demás que son malos, no te preocupes".
            El caballo le consiguió por fín ganar una carrera. Es cierto que cada vez que salía a la pista obstaculizaba a sus rivales, les daba coces y demás malas artes, lo que era incompatible con el jokey Flo, pero al menos disfrutaba de un triunfo. La siguiente carrera sería la más importante y la ganaría sin duda, y todo el mundo tendría que reconocer que Flo era un jokey soberbio, que no dejaría de ganar carreras montado a lomos de Mourinho el "Rayo".
            Ahí sucedió la tragedia. El caballo Mourinho se debocó irremediablemente, y esta vez encima no consiguió la victoria, aún haciendo más gala que nunca de las peores malas artes de la historia de los hipódromos "futbolísticos". No sirvió ni el terroncito de azúcar ni nada, porque daba coces descontrolado contra todo lo que se movía, incluso contra el propio Florentino que observaba despavorido, la UEFA, el noble caballo Pep, los árbitros,TODO lo que estaba al alcance de sus patas traseras. Cuando más lo trataba de calmar Flo, más se encabritaba...hasta que pasado bastante tiempo se calmó.
             Y calmado estuvo durante un tiempo con carreritas de pueblo y azucaritos y mimos varios. Y ahora pensaba Florentino que ya estaba domado del todo y que nunca se volvería a desbocar, y que esta vez iba a ganar y además sin trampas. Pero no sabía Florentino que el caballo que tiene esos genes nunca está calmado del todo.
              Y claro, a la mínima contrariedad volvió a desbocarse. Pero está vez incluso llegó a agredir a un cuidador de otro establo. Y lleva dando coces desde entonces y no se ha detenido aún.

              Y ahora Flo, sabe que el único remedio es sacrificarlo. Nunca cambiará y además se demuestra como un bicho dañino. Pero los niños de Flo le han cogido cariño y no le perdonarían al papá si este les hace esa faena. Porque los niños se han convertido en unos niñatos malcriados a los que les vale cualquier cosa, un poco hasta crueles, si me apuran.
               Triste dilema tienes, jokey Flo.