domingo, 10 de abril de 2011

El personaje.

            Como bien sabéis, me encanta el fútbol. Me encanta de tal manera que tengo que decir que la llegada de Mou a España me deja con claroscuros.
            Por un lado veo actuaciones futbolísticas puras, con criterio (aunque no lo comparta en muchas ocasiones), con sentido de lo que quiere hacer y con detalles alucinantes. Ayer, el partido de Bilbao dejó al descubierto una gran actuación de un técnico y otra menos "brillante" de otro. La alineación de inicio sirvió para desactivar la sensación de crispación que había en el ambiente. Y dejó el planteamiento de un partido acelerado que había propuesto el rival en pañales. ¿Defensivo? Sí. ¿Me gusta? No. ¿Inteligente? Mucho.
          

          Por otro lado está es personaje que se empeña en crear, esas guerras en las que se mete contínuamente, esas medias verdades (por no decir mentiras) que utiliza contínuamente con la prensa. Piensa que por defender ese personaje todo vale y se puede decir cualquier cosa. Pues No. No está por encima del bien y del mal. No está bien llamar a la lucha armada contínuamente. No está bien manipular día sí y día también en la prensa.

           Esto último enlaza directamente con un tema que está semana se ha comentado mucho. Esa columna de "opinión" de ese personaje llamado Sostres. Y digo personaje porque si realmente es así en su vida cotidiana, me cuesta creer que no tenga problemas para mantener su integridad física todos los días.
          No me malinterpreteis, por favor. No quiero comparar lo de Mourinho con lo de este delincuente. Pero sirve para preguntarse si crearse personajes polémicos para sacar partido de los medios es legítimo. En una época en lo que hace falta la VERDAD con mayúsculas. En una época en la que desgraciadamente brilla por su ausencia en la mayoría de los sitios, ¿se puede permitir que la gente diga cualquier cosa con tal de crear polémica y tener su minuto de gloria? ¿Se induce de verdad al conflicto social con esas actitudes egoístas?

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