domingo, 3 de abril de 2011

Las pequeñas diferencias

            Anda Pep mosqueado por una posible tergiversación de sus palabras el otro día en una entrevista. El pecó de tonto y el peridista de muy listo, según él.
            Es la enésima ocasión en que pasa algo similar, una coma cambiada, una frase modificada un poco, un no sé qué que sé yo y ya tenemos portada y vamos a vender. Lo vendemos todo, incluída la profesionalidad. Ahí ya estamos haciendo "opinión". Y ahí ya permitimos que "otros" hagan opinión. Pero de información nai de nai.

           
A veces tengo escuchado una entrevista y al día siguiente ver un titular que no tiene nada que ver con lo que se dice. A veces incluso, dentro de la propia "noticia" se vé que no ha dicho lo que marcamos en grande y negrita, pero no pasa nada. No existen contextos ni verguenza.
            Hace años un tipo gris llegó a la política italiana. Era presidente de un club de fútbol y dueño de una cadena mediática que tenía como mejor ejemplo las "Mamachicho". Al poco tiempo era presidente de la República (pongo presidente con minúsculas porque no se merece el honor de una mayúscula).
            Al mismo tiempo la frase "váyase señor González" era repetido por un grupo de medios españoles. Con el paso de los años se supo que hubo una conspiración para sacar del poder a dicho político. ¿Pasó algo? Sí, que ese político fue derrotado y que esos seudoinformadores-manipuladores siguen campando a sus anchas, pero ahora con más poder aún. Se han pasado a la prensa deportiva y ya les dá lo mismo ocho que ochenta. Eduardo Inda es el peor ejemplo de lo que pasa en este país. No tiene in idea de lo que dice, opina o lo que rayos haga ese señor, pero al fin y al cabo ahí sigue colocado por su patronón, y ahora tiene el premio de irse a difamar (digo, dirigir) a una cadena de televisión.
             No conozco ningún país que tenga tanto "repartidor de opio" como este nuestro. Y probablemente ningún país que tenga tanto consumidor del mismo.

1 comentario: