sábado, 19 de marzo de 2011

Animar al compañero

En mi experiencia entrenando hay varias cosas que tengo por verdad universal, y lo digo de forma empírica. El otro día tocó hablar de los padres. Hay bastantes cosas más que son importantes, pero una de las que me parece fundamental y que tiene su aplicación en la vida diaria y para todos los ámbitos, es que "al compañero no se le riñe, se le anima".

Después de un fallo, está bien tener la figura de un entrenador que te explique el por qué de ese fallo, cómo debo hacer para que no se vuelva a repetir y, con una buena explicación, conseguir un comportamiento que será repetido en un futuro pero con resultados positivos en alto porcentaje. Repito que la experiencia me dice que los equipos que tienen buen rollo y se animan unos a otros, tienen más confianza y más posibilidades de levantarse en las situaciones complicadas.
Ahora extrapolemos a nuestro entorno. Si cuando cometemos un fallo, que nadie está libre de cometer errores aún poniendo voluntad de no hacerlos, tenemos una persona amiga, un compañero que nos anime y nos eche un cable para salir de los malso momentos, todo sería mucho más fácil.

Si todos probamos a hacerlo conseguiremos resultados, tanto con nuestros compis como con nosotros mismos.

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