Hay que reconocer que hay gente coqueta y discreta. Gente que encanta desde el primer momento por su sencillez, su saber estar y esa sensación de que parece que no está, pero es imprescindible...
Si lo aplicamos al fútbol, eso sería lo que significa el Villarreal últimamente. No se habla del equipo ni la mitad de lo que se merece, y esa mitad de lo que se merece es el doble de lo que se merecen casi todos los demás equipos.
Temporada tras temporada, entrenador tras entrenador. Se venden jugadores como Belleti, Forlán, se va Pires, se va Riquelme... pasan por ahí Pellegrini, Víctor, Garrido, Valverde. Pero se reinventa todo y salen las apuestas, que se van sucediendo como ganancias impensables en otros clubes: Cazorla, Senna, Capdevilla, Diego López, Rossi, etc...
Pero no meten ruido. Ni cuando asaltan el campo del todopoderoso Barça, ni llegando a semifinales de Champions, ni pegando un buen susto al Madrid. Y sin embargo están ahí, ganando, jugando y sobre todo sabiendo que las cosas te pueden salir mal, pero si tomas las decisiones correctas se arreglan. Y ellos son expertos en tomar ese tipo de decisiones.
No estaría mal que se hablara más de ellos, pero entonces perdería una parte de su encanto ¿no creeis?
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